Frente al golfo de nápoles espera llena de recuentos y ecos ancestrales , la isla conocida en todo el mundo como una de las perlas del mediterraneo, la isla de las mil grutas, un destino de cine; no solo por sus impresionantes bellezas naturales sino por ser una isla que guarda tesoros históricos de inugualable excepcion. Es en capri donde se encuentra la famosa y afascinante gruta azul, así como los farallones, tres puntas sumergidas en el mar que han resistido a la erosión de la costa y que crean un espectacular efecto escenográfico y paisajístico.
Favorecida por un clima agradable, y con una óptima infraestructura turística, Capri ha sido un lugar de célebre belleza y centro vacacional desde la época de la antigua república romana y actualmente se ha convertido en los ultimos tiempos una de las metas principales del turismo de la jet set internacional . La forma más comun de llegar a la isla es por medio a los ferrys desde la costa italiana, que salen principalmente desde los puertos de ciudades como Nápoles y Sorrento, desde los cuales parten varios hacia la isla todos los días y desembarcan en su puerto principal, Marina Grande, lugar desde donde comienza la magia, en la que podrá ver como lujosos yates conviven con tradicionales barquitos de pesca.
Capri una isla encantadora donde se conjuga la belleza de la naturaleza con el lujo y la historia. La isla que ofrece un escenario natural de incomparable belleza , empezando desde la “piazzetta de capri”, plaza principal y clásico punto de partida para visitar la isla, donde se puede encontrar la Iglesia de San Stefano y también muchas de las más boutiques exclusivas, tiendas y restaurantes. Entre sus tipicas callejuelas tras un hermoso paseo se pueden encontrar residencias y numerosas villas escondidas entre la mas diversa vegetacion y maravillosos acantilados. Algunos de los antiguos emperadores romanos escogieron Capri como destino de verano para su residencia y propio relax, construyendo allí magníficas villas, entre las cuales estan: Villa San Michele y, la más famosa y espectacular, Villa Jovis, edificada por orden del emperador Tiberio; Julio César y Augusto también construyeron
